El presente de la cerveza artesana
Hace algunas semanas El País publicó un artículo donde situaba la cerveza artesana en el 1% del total de cerveza consumida en España. En él, argumentaba que está subiendo “como la espuma”. Hombre, un 1% no es precisamente para marcar estos hechos como una revolución. Está subiendo pero de modo decididamente contenido. El principal factor para evitar su mayor crecimiento debe buscarse en las acciones llevadas a cabo por las grandes cerveceras industriales, que invierten desmedidos presupuestos en conservar la atención de los consumidores hacia sus marcas. Además, comienzan a difundir conceptos que nunca antes habían empleado. Expresiones como “doble malta”, “mezcla de lúpulos”, “IPA”, etc. Esta situación hace pensar que ven a la cerveza artesanalcomo una amenaza en el futuro y por tanto han comenzado a reaccionar en el presente.
Mercado español cervecero
Hasta hace pocos años, el mercado español estaba repartido entre las grandes cerveceras nacionales. Esta situación arranca de principios del siglo XX, cuando se creó la Asociación Española de Cerveceros. Desde entonces hasta no hace tantos años, este reparto había sido diseñado para evitar colisionar y entrar en una feroz competencia. El hecho de ser pocos los oferentes y abarcar grandes zonas hacía que sus necesidades de conseguir altos beneficios estuvieran más o menos satisfechas.
Con la entrada de cerveceras internacionales en España a partir de los años noventa del siglo XX, la situación tampoco cambió mucho, ya que la mayor parte de esas cervezas foráneas eran distribuidas por los principales grupos españoles. Heineken España (que liquidó El Águila y compró Cruzcampo), Mahou San Miguel, Damm, y a cierta distancia Estrella Galicia, La Zaragozana y Cervecera de Canarias.
Ahora la situación sigue siendo prácticamente la misma que la descrita. Pero es verdad que ciertas compañías cerveceras artesanales han adquirido cierta notoriedad. No obstante no escapan del mundo underground, ya que no son conocidas por el gran público. En definitiva, la cerveza artesana no escapa de ser un mero producto exótico, excepto quizás en grandes ciudades donde hay cervecerías únicamente dotadas de surtidores artesanales. Pero así y todo, su proporción en relación a las cervecerías convencionales está en mínimos.
Cerveza artesanal vs. cerveza industrial
A juicio de OKasional Beer, el foco de la cuestión no debería estar tanto en cuánto puede llegar a crecer el sector artesanal, cuántas variedades de cerveza ofrece o si la calidad está a la altura de las elaboradas en otros países.
La cuestión es si la cerveza artesana podrá competir de tú a tú con la industrial, como está pasando en Estados Unidos y en países del centro y norte de Europa. Y la verdad es que, aunque cada vez hay más público que se deleita con ella, la evolución de su consumo es lenta. No se prevé que a corto o medio plazo deba de ser una preocupación para los beneficios de las grandes corporaciones cerveceras españolas.
¿Cómo podría la cerveza artesana dar un paso de gigante?
Con la inversión comprometida en el sector no puede hacerse prácticamente nada. Son migajas respecto a los enormes presupuestos de las grandes compañías. En este punto se podría pensar en la época en la que la buena ginebra rompió estándares y se convirtió casi de la noche a la mañana en algo de moda.
La pregunta es si el sector cervecero artesanal pudiera conseguir algo similar. La cuestión es que algún estilo artesanal revolucionara el sector. Pero el problema es que entre el gran público se pusiera de moda. Las grandes corporaciones reaccionarían enseguida y sacarían su particular elaboración de ese estilo. Esto les haría calmar la tormenta. Lo que tendría que pasar es que las cerveceras artesanales pusieran de moda un estilo que no fuera imitable por los gigantes. Y, ¿cuál sería ese? La Imperial Stout.
Cervezas artesanales Imperial Stout
Las Imperial Stout son cervezas de color oscuro, de maltas tostadas y licorosas. Acostumbran además a tener distintos sabores de fondo como el café, chocolate, vainilla, caramelo, anís, etc. Algunas de ellas se fermentan en barricas de whisky, bourbon o brandy, atrayendo parte del sabor de esas bebidas. En general, estas cervezas suelen estar elaboradas por cerveceras artesanales. En España, por ejemplo, ninguna cervecera industrial de la que OKasional Beer tenga constancia, elabora este tipo de cerveza. De hecho, ni tan siquiera una de estilo Porter, hermana pequeña de las Imperial Stout, en sabores y graduación alcohólica.
Oportunidad para el sector cervecero artesanal español
Si el gran público comenzara a demandar las Imperial Stout, las cerveceras industriales españolas no tendrían posibilidad en un corto plazo. Sus plantas de producción y sus recetas no contemplan, de buen seguro, la elaboración de esta variedad.
Entonces, en el lapso que va desde este arranque hasta un largo plazo, el sector cervecero artesanal español gozaría de una gran oportunidad. Esa es la de un monopolio de oferta con una demanda al alza de los consumidores. Y además, esta coyuntura les daría la oportunidad por una parte la difudisión sus Imperial Stouts. Además, también para que el gran público se diera cuenta por fin que existen más cervezas que las que se les habían ofrecido en este país.
Numerosos consumidores caerán en la cuenta que para salir de la “cerveza tradicional española” no es necesario acudir a los clásicos belgas o alemanes. En efecto, en España se elaboran cervezas artesanales de muchos estilos y de gran calidad. Este último aspecto queda reflejado en los magníficos índices internacionales. Es el caso de Untappd, Rate Beer o Beer Advocate. En ellos diversas cerveceras españolas cosechan en consolidadas publicaciones de nivel mundial. Y se abrirá un mundo. Un mundo que si se sabe aprovechar dispondremos de una cerveza a la altura del vino que tenemos. ¿O es que cuando queremos beber un vino decente lo compramos de tetrabrik?